Fernando Alonso (Ferrari) afronta el GP de Malasia con la intención de seguir siendo líder del mundial, en una carrera en la que no sólo tendrá que luchar con sus rivales, sino contra el calor, las tormentas y el consumo.
El GP de Malasia es el más duro de la temporada para los pilotos y para los coches. En Ferrari, que ya tuvieron problemas en Bahrein con el coche de Felipe Massa, siguen trabajando en mejorar la refrigeración de los propulsores y presentarán una carrocería modificada para evacuar mejor el calor.
También tendrán que resolver el problema que ha sufrido Alonso en las dos salidas. Otro que se presentará es el del consumo, ya que es la carrera más larga con 310 kilómetros y dos rectas en las que los motores van a pleno rendimiento.
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